Una oración a Santa Juana de Arco

 Hace muchos años que siento gran afecto por la doncella de Orléans. Siempre me fue de mucha inspiración y en tiempos de lejanía de Cristo, un motivo de contrariedad, pues no podía compaginar el que no dudara de su vida y que a su vez me afirmara como no cristiano. Juana, de alguna manera, fue quien no dejó que se me apagara la llamita que María habría de tomar en sus manos. Por esto, con mi reencuentro con Jesús, una de las mayores alegrías fue el pensar en que por fin podría tener una relación de Fe con Juana, de que podía creer en ella.

Hermann_Anton Juana de Arco
 El año pasado, en mi otro blog, una de mis primeras entradas fue para Juana (link). No saben lo contento que me sentí cuando la terminé; nunca hasta entonces había escrito nada para la doncella y por fin me salía hacerlo, y tanto que hasta me animaba con una vieja fantasía, que era imaginar a Juana en el Paraíso del Dante:

 «Dante, quizás, al verla habría preguntado a Beatriz por la jovencita que recogía lirios y los guardaba en un canasto, y Beatriz respondido que se llamaba Juana, que los lirios eran los franceses que caían en batalla y que la niña oraba por sus almas.»

 Ayer fue un día terrible para Francia, y por eso necesitaba escribir esta entrada, más no puedo hacer desde tan lejos, y que es como un ruego a mi querida Santa Juana por el pueblo francés.

2551117506_c5456d3b54_o

 «Poderosa santa Juana, no dejes que mi alma se pierda y obtenme la gracia de ganar mi camino hacia el cielo por los siglos de los siglos. Amén.»
(Fragmento, el resto en esta página)

Un comentario en “Una oración a Santa Juana de Arco

Deja un comentario