Leía ayer en este blog un pensamiento que me sacudió mucho la imaginación. El autor, partiendo del encuentro de Juan Diego con la Virgen de Guadalupe, reflexionaba sobre María como Madre y Niña, y llegado a un punto habla de Juan, del misterio maravilloso que habrá entrañado el que él, en su función de pastor de los cristianos, diera durante la Misa el Cuerpo de Cristo a la Virgen. Fascinante.
Como no soy muy entendido en estas cuestiones, no me aventuro a pensar el asunto más de la cuenta, pero bueno, ¿realmente habrá ocurrido que Juan diera de comulgar a la Virgen? ¿Hubiese sido posible, digamos, desde lo teológico? Pienso en el «llena eres de gracia», en la hermosa palabra, que acabo de conocer en estos meses, que es «kejaritomene» , y se me ocurre que no. Pero, ¿no habría sido un consuelo, a la par de que una alegría y un dolor inmensos, para María el sentir a su Hijo nuevamente dentro suyo? Viendo lo que fue su vida de humilde y callado ejemplo, seguro que Ella habrá querido participar de la Iglesia como una cristiana más, y entonces sí, se podría suponer que la Madre recibió al Hijo en la Eucaristía, como debía todo cristiano. En fin. Un hermoso misterio.
Que la Virgencita de Guadalupe los guarde.